Lo que debes saber sobre tu protector solar
1.¿Cómo influye el sol en nuestra salud?
El sol es fundamental para la vida y tiene efectos positivos sobre el organismo, como por ejemplo, facilitar la síntesis de Vitamina D (que ayuda a absorber calcio por parte de los huesos) o mejorar el estado de ánimo. Por otra parte, las radiaciones ultravioletas del sol), especialmente la radiación ultravioleta A y B (UVA y UVB, respectivamente) tienen también unos efectos negativos. Las radiaciones UVA y UVB disminuyen las defensas inmunitarias del organismo, envejecen prematuramente la piel (salen más arrugas y más manchas oscuras) y favorecen la aparición de cáncer cutáneo y de cataratas en los ojos. En este sentido, la fotoprotección resulta una estrategia fundamental para reducir estos efectos no deseados.
La radiación UV, o ultravioleta, es la radiación proveniente del sol y que, junto con los rayos IR y visibles, llega a la tierra. Esta radiación es capaz de penetrar en las capas profundas de la piel y es perjudicial para su salud.
Es cierto que el uso de protector solar puede limitar la síntesis de vitamina D en la piel. La vitamina D se produce cuando la piel es expuesta a la radiación ultravioleta B (UVB) del sol. Sin embargo, la cantidad de vitamina D que se sintetiza puede variar dependiendo de varios factores, como la ubicación geográfica, la estación del año, la hora del día, la cantidad de piel expuesta y el tipo de piel.
Por lo tanto, si aplicas protector solar de manera adecuada, es probable que disminuya la cantidad de vitamina D que tu piel produce en respuesta a la exposición solar. Sin embargo, esto no significa que no puedas obtener suficiente vitamina D. Aunque el uso de protector solar puede reducir la síntesis de vitamina D, la exposición solar diaria normal, incluso con protector solar, puede seguir proporcionando una cantidad adecuada de vitamina D para muchas personas. Es importante encontrar un equilibrio entre la protección solar y la síntesis de vitamina D.
Si te preocupa no obtener suficiente vitamina D debido al uso del protector solar, existen otras fuentes de obtención de esta vitamina, como los alimentos fortificados (leche, jugo de naranja, cereales) y los suplementos vitamínicos. Además, la exposición limitada y segura al sol, sin protector solar, durante períodos cortos de tiempo, como 10-15 minutos al día, puede ayudar a mantener unos niveles adecuados de vitamina D.
¿Qué son los rayos UVA?
Los rayos UVA son los rayos ultravioleta que menos energía tienen. Representan un 95% de la radiación ultravioleta y penetran hasta la dermis (una capa más profunda de la piel). Aunque a simple vista son más inofensivos porque no provocan dolor ni quemaduras, estos rayos son los responsables del fotoenvejecimiento cutáneo y pueden provocar la aparición de manchas en la piel. Estos son algunos daños que pueden provocar los rayos UVA:
- Envejecimiento de la piel. La exposición a los rayos UVA provoca una modificación del colágeno de la piel y la elastina, lo que favorece la aparición de marcas de la edad.
- Cambios en la pigmentación de la piel. En ocasiones crean manchas oscuras en los pómulos, la frente o el labio superior.
- Desarrollo de cáncer de piel.
¿Qué son los rayos UVB?
Los rayos UVB representan alrededor del 5% de la radiación que llega a la Tierra. Este tipo de radiación ultravioleta tiene más energía que los rayos UVA pero se queda en la epidermis, la capa más superficial de la piel.
Son los responsables de que se active la melanina y aparezca la marca del bikini en tu piel, pero también los causantes de las quemaduras provocadas por el sol, ya sean rojeces, descamación o heridas. Estos son algunos daños que pueden provocar los rayos UVB:
- Quemaduras y rojeces.
- Reacciones alérgicas al sol.
- Melanomas o cáncer de piel.
2.¿Qué son los fotoprotectores?
Los fotoprotectores son productos destinados a minimizar el efecto nocivo del sol en nuestra piel. El objetivo de la mayoría de ellos es minimizar el efecto de las quemaduras solares y las lesiones externas de la piel, que son producidas por la radiación ultravioleta (UV). Para ello, contamos con filtros que absorben o reflejan las radiaciones UVA y UVB. Recientemente, se han descubierto activos capaces de proteger a las personas de manera eficaz también frente al daño a largo plazo producido por la radiación IR-A. Es importante comprobar que los fotoprotectores que utilizamos cuenten con esta protección.
¿Qué significa FPS?
A los protectores solares se les asigna un factor de protección solar (FPS), que es un número que califica el grado de bloqueo frente a los rayos UV. Los números más altos indican más protección.
Por ejemplo, un FPS 15 bloquea el 93 % de los rayos UVB, FPS 30 bloquea el 97 % y FPS 50 bloquea el 98 %. Se recomienda usar mínimo un protector solar de amplio espectro con FPS entre 30 y 50.
De esta manera, un protector con SPF de 15 protegerá 15 veces más tu piel del impacto de los rayos solares. El cálculo aproximado es que, si tu piel empieza a verse dañada a los 10 minutos de estar expuesta al sol, un SPF30 te protegerá 30 veces más ese tiempo, es decir, 300 minutos, que son 5 horas. Por esa razón, para pieles más morenas, el factor que se suele usar es entre 20 y 30, y para pieles más claras o delicadas, se tiende a factores 50, 80, o incluso, 100.
Es importante recordar que el FPS solo indica la protección contra los rayos UVB y no protege contra los rayos UVA. Por lo tanto, es recomendable elegir productos de protección solar que también ofrezcan protección contra los rayos UVA.
La UE recomienda su clasificación en cuatro grupos:
- Muy alta: 50+
- Alta: 30-50
- Media: 15-25
- Baja: 6-10
¿Cómo deben utilizarse?
Si bien en la teoría todos sabemos que debemos utilizar fotoprotectores al exponernos al sol, el estudio ‘Conocimiento de la radiación IR-A y los hábitos de fotoprotección de los españoles’, realizado por Cinfa, reveló que el 43% de los españoles no se aplican fotoprotectores regularmente o de forma correcta.
La forma correcta de utilizar los fotoprotectores es la siguiente:
-Utiliza productos de garantía demostrada y factor igual o superior a SPF30, teniendo en cuenta el fototipo, la edad y el contexto de cada persona.
-Aplicarlos diariamente en las zonas expuestas como rostro, escote y manos.
-Cuando vayamos a exponernos al sol, aplicar los fotoprotectores al menos medio hora antes, en cantidad generosa, de manera uniforme sobre la piel seca.
-No hay que olvidar fotoproteger las zonas más sensibles como las orejas, los empeines, la nuca, la coronilla, las axilas, etc.
-Repetir la aplicación cada dos horas o tres transpirar, bañarse o secarse con la toalla (aunque se trate de productos “waterpfoof”, no resistente el roce de la toalla).
-Utilizar gafes de sol que protejan tanto del UVA como del UVB. Si no bloqueamos estos rayos al 100% las gafes pueden ser más perjudiciales que beneficiosas ya que con la oscuridad que dan los cristales oscuros se dilata la pupila y pasan un mayor número de radiaciones ultravioleta.
-Una vez abiertos, utilizar en el periodo indicado por el fabricante.
3.Tipos de protector solar
Este es un mercado que afortunadamente ha ido evolucionando a la par de los descubrimientos médicos en el campo de la dermatología. Hay dos tipos principales de protectores solares: físico (también conocido como mineral) y químico. Ambos absorben los rayos ultravioleta del sol para ayudar a prevenir daños en la piel, pero el protector solar físico puede reflejar algunos rayos ultravioleta. Los químicos tienen un efecto absorbente sobre la energía solar, mientras que los de físicos desvían la mayoría de los rayos para que no penetren en la piel. Son altamente recomendados para personas de piel muy blanca y sensible.
Lo cierto es que el uso del protector solar debería ser un hábito diario que no distinguiera de época del año, pues aunque no lo notemos de manera drástica siempre estamos en contacto con el sol e incluso durante los meses de frío, sus rayos generan un impacto notable en la salud de nuestra piel.
Existen diferentes tipos de fotoprotectores, entre los que se incluyen:
- Filtros solares químicos: estos fotoprotectores contienen ingredientes químicos que absorben la radiación UV y la transforman en energía no dañina para la piel.
- Filtros solares físicos: también conocidos como protectores solares minerales, estos productos contienen óxido de zinc o dióxido de titanio, que actúan como una barrera física sobre la piel para reflejar la radiación UV.
- Fotoprotectores biológicos: estos productos contienen ingredientes como antioxidantes y enzimas que ayudan a proteger la piel de los efectos nocivos de la radiación UV y a reparar los daños ya causados.
- Fotoprotectores de amplio espectro: estos productos ofrecen protección contra ambos tipos de radiación UV, UVA y UVB.
- Fotoprotectores específicos para deportes: estos productos están diseñados para resistir la sudoración y la fricción que ocurren durante la actividad física intensa.
- Fotoprotectores orales: es un complemento perfecto a la crema solar ya que cubre las limitaciones de la crema solar y nos aporta una fotoprotección homogénea y uniforme.
Es importante tener en cuenta que, independientemente del tipo de fotoprotector que se utilice, es esencial aplicarlo adecuadamente y con la frecuencia recomendada para asegurar una protección adecuada contra los efectos nocivos de la radiación UV.
4.Reacciones Adversas
La exposición excesiva y sin protección al sol puede tener efectos nocivos sobre la piel. Estos son algunos de los efectos más comunes:
- Quemaduras solares: Las quemaduras solares son el resultado de la exposición prolongada al sol sin la protección adecuada. La piel se enrojece, se inflama y se vuelve dolorosa. Las quemaduras solares pueden causar daño a largo plazo en la piel, incluyendo la posibilidad de desarrollar cáncer de piel.
- Envejecimiento prematuro de la piel: El sol puede causar daño a la piel a nivel celular, lo que puede acelerar el proceso de envejecimiento. Los signos de envejecimiento prematuro incluyen arrugas, manchas solares y una piel áspera y con textura desigual.
- Manchas solares: Las manchas solares son áreas de la piel que se oscurecen debido a la exposición al sol. A menudo aparecen en áreas expuestas al sol, como la cara, los brazos y el cuello.
- Melanoma: El melanoma es un tipo de cáncer de piel que puede ser mortal. La exposición al sol es uno de los factores de riesgo para el melanoma.
- Cáncer de piel no melanoma: Además del melanoma, la exposición al sol también puede causar cáncer de piel no melanoma, que es el tipo de cáncer de piel más común. Este tipo de cáncer se desarrolla lentamente y se puede curar si se detecta temprano.
- Alergias solares: Algunas personas pueden ser alérgicas al sol y desarrollar una erupción cutánea o urticaria después de la exposición al sol.
En general, es importante proteger la piel de los efectos nocivos del sol mediante la práctica de la fotoprotección y evitar la exposición excesiva al sol, especialmente durante las horas de mayor intensidad de la radiación ultravioleta.
5.Tipos de Fototipo
6.Información Adicional