Hiperpigmentación

Las discromías o trastornos pigmentarios son todas aquellas alteraciones, fisiológicas o
patológicas, del color normal de la piel. Generalmente tienen un curso benigno, pero
pueden representar en algunos casos un problema estético, que suele ser frecuente
motivo de consulta en Atención Primaria y en la Farmacia.

La hiperpigmentación cutánea es uno de los desórdenes dermatológicos más
frecuentes, principalmente en el envejecimiento, y uno de los motivos más habituales
de consulta sobre todo después de los meses con mayor exposición solar. Es una
alteración del color de la piel, de carácter benigno, que provoca manchas más o menos
oscuras de mayor o menor tamaño, también llamada “hipercromía”.

Estas alteraciones de pigmentación pueden deberse a diferentes causas:

Aumento o disminución de la melanina (pigmento) por los melanocitos (células).
Ubicación anormal de melanina o melanocitos en la dermis.
Aumento o disminución del número de melanocitos.
Otros: Exposición al sol, embarazo, ingesta de algunos medicamentos.

Los principales tipos de hiperpigmentaciones son:

• Melánicas: Son las debidas a un aumento de la producción de melanina. Tienen
el mismo número de melanocitos y aumenta la producción de melanina en cada
uno de ellos. En este grupo están indicados los agentes despigmentantes como
la Hidroquinona. Pertenecen a este grupo las hiperpigmentaciones
postinflamatorias, el melasma y las pecas o efélides.

• Melanocíticas: en estas manchas existe un aumento del número de melanocitos
o de su agregación. No están indicados los despigmentantes como la
Hidroquinona como tratamiento de elección. Pertenecen a este grupo los
lunares (nevus melanocíticos), los léntigos solares o seniles y los léntigos
simples.

ESTRATEGIA TERAPÉUTICA

Hacer un diagnóstico correcto llevará al tratamiento idóneo. Interesa saber si la
pigmentación corresponde a un proceso genético, metabólico, endocrino,
medicamentoso, nutricional, post-inflamatorio o neoplásico para poder realizar la
atención farmacéutica adecuada o derivar al dermatólogo.

Los principales principios activos despigmentantes, conocidos y avalados por la
literatura dermatológica son:

Hidroquinona: Principal despigmentante puesto que se trata de un agente
blanqueante muy potente. Se dispensa en dermocosméticos al 2% y por
prescripción médica al 4%. Se utiliza en concentraciones del 2-4%, dependiendo
de las manchas y de la tolerancia del paciente. Sigue siento el estándar de oro
para la terapia de hiperpigmentación en muchos países. Comenzar con una
aplicación al día durante 10 o 15 días y continuar con dos aplicaciones diarias,
una por la mañana y otra por la noche.
Ácido kójico: Tiene aplicación por vía tópica al 0,5%-5% en cremas, lociones y
pomadas con lo cual es capaz de aclarar la piel, unificar el tono del rostro,
suavizar las pecas y mejorar la apariencia de manchas de pigmentación, aquellas
producidas por los rayos solares. No causa irritación y se puede aplicar dos veces
al día, una por la mañana y otra por la noche durante 8 a 24 semanas y hasta 12
meses.
Ácido ascórbico: Posee una buena actividad despigmentante (5-15%). La
vitamina C con mayor poder despigmentante de todas es la Ascorbil fosfato de
magnesio. Se recomienda combinarla con activos más potentes
despigmentantes como Ácido Retinoico e Hidroquinona para potenciar su
acción. Se puede aplicar durante el día y con protector solar.
Ácido azelaico: Hasta el 15-20%. Sus propiedades despigmentantes le confieren
la posibilidad de ser empleado para el tratamiento de manchas en la piel.
También es utilizado para otras patologías dermatológicas, como el acné o la
rosácea. El tratamiento no debe superar los 6 meses de duración. Se aplica por
lo general, 2 veces al día, en la mañana y en la noche.
Ácido retinoico: Muy utilizado en la actualidad como despigmentante, el ácido
retinoico, también conocido como tretionina o vitamina A. Tiene acción
exfoliante, es decir, renueva la piel, dando así lugar a la formación de una nueva
capa de piel, más sana. Aunque es muy eficaz debemos tener cuidado pues
puede producir irritación y sensibilidad al sol. NO USARLO SI ESTÁS
EMBARAZADA O SI ERES LACTANTE. Lo correcto es aplicarlo una vez al día,
preferiblemente por la noche, ya que el sol inactiva el producto y también puede
manchar la piel.
Ácido glicólico: Es un alfahidroxiácido (AHA) utilizado para trabajar la superficie
más profunda de la piel y tratar las pequeñas arrugas, la falta de luminosidad o
la piel dañada por el sol. Es el que presenta menor peso molecular dentro de los
AHA, lo cual le permite actuar eficazmente en la epidermis y estimular la
actividad celular. Puede utilizarse como exfoliante y a la vez como hidratante. Se
debe utilizar de forma gradual comenzando con porcentajes bajos una vez por
semana y durante 2 o 3 semanas y luego 2 veces por semana intercambiando
días. No mezclar con otros exfoliantes como retinol, vitamina c o ácido salicílico.
Niacinamida (Vitamina B3): Tiene un montón de beneficios: calma las rojeces,
regula la producción de grasa, mejora la función barrera de la piel, es
despigmentante y antioxidante y disminuye las arrugas. Además, su gran ventaja
es que es compatible con casi todas las pieles, es decir, tiene una gran tolerancia
en pieles sensibles. No solo es compatible con la exposición solar sino totalmente
recomendable por su acción antioxidante. Previene la aparición de manchas de
la piel y ayuda a reducir las ya existentes, unificando el tono de la piel.
Arbutina: Fuente natural de hidroquinona aunque no tan potente. Para todo tipo
de pieles, sobre todo pieles con acné y pieles sensibles o con dermatitis como
rosácea, cuperosis, eccemas y psoriasis. Se tolera mejor que la hidroquinona y
puede utilizarse en cosmética.
Rosa mosqueta: Es un aceite vegetal con enormes propiedades para la piel por
su elevado nivel de ácidos grasos esenciales poliinsaturados. Se utiliza para
reducir estrías y manchas; sus aceites grasos esenciales mejoran notoriamente
la pigmentación, textura y tono de la piel. Además, las vitaminas A, C y los
antioxidantes protegen la piel de los daños de factores externos.

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